La diosa del matrimonio matricidio
Necesito desfogarme en algún lado, y todo va a ser un grandísimo spoiler, así
que lo hago aquí, porque en Todotnv.
Asia, que es donde estoy escribiendo no hay sitio para cosas así, ya que la
mayoría de la gente, ni siquiera ha empezado con esta serie. Y a casi nadie le
gusta enterarse de lo que se cuece hasta que ellas mismas no encienden el fogón
Entonces, esta soy
yo con mis ideas de lo que hasta ahora ha pasado en este drama dramón de
toma y daca que sigo como perrillo fiel por I Sanhú (Qué así pronuncian las de
dramabeans Lee Sang Woo) Con lo cual, si no quieren seguir con esta amena
lectura, ya se nos figuró cerrar la pestañita.
Llevamos 10 capítulos de, si no me equivoco, 30…de una
historia escrita por la misma persona que me dio urticaria con I believe in
love. Espero y confío que esta vez no me pase aunque avisada estoy y de todas, todas, con los ojos abiertos me zambullí en
esta piscina que a veces me parece un lodazal.
Que sin embargo tiene un no sé qué que me tiene atrapada y como ya crucé
el Rubicón, aquí sigo.
Obviamente que no deja de ser una historia de ficción, pero
el género de la telenovela siempre tiene anclajes en la idiosincrasia y cultura
en la cual se gesta, nace, se reproduce y muere. Supongo yo que no todas las
suegras coreanas son unas mugres y pinches cretinas, como tampoco supongo que
todos los coreanos chupen alcohol como esponjas; ni que en una niña inviertan
ingentes cantidades de dinero educándola y haciéndola capaz de desarrollarse laboralmente hablando, para en cuanto pasa por
el altar, animosa y engreída se ufane en emprender labores de asistenta del
hogar en la casa del marido. Pero si
entiendo que algo de verdad hay y de ello se valen a la hora de contar cuentos.
A mí cómo empezó la historia entre Jihye y Hyunwoo me agradó
y me pareció plausible, máxime porque no en mis carnes, pero si en vivo y en
directo, asistí a una situación similar. El que Jihye haya decidido ausentarse
unos días de una situación que, si a mí me pareció ofensiva, supongo que a ella
también y esto a su vez haya desencadenado una serie de acontecimientos importantísimos,
me gustó muchísimo porque me resultó real como la vida misma. Llevar con una persona, Taewook, tres años y
no saber prácticamente nada de él; es imbécil.
Pero estamos asistiendo a la historia de un amor como no hay otra igual;
que no fuera que me hiciera comprender todo el bien y todo el mal…así que
aceptamos pulpo como animal de compañía.
En fin que el buenorro (Admitimos que el chaval tiene un no
sé qué que me hace tilín, algo así como un puntito canallesco en su mirada
seductora) de Taewook, no deja de ser un segunda o tercera generación chaebol
(yo me decanto más por segunda generación;
toda esa opulencia y rimbombancia del nuevo rico, es una pátina de
grosor espeso que recubre todo lo que incumbe a la familia Kang…les falta el
refinamiento y el savoire faire del ‘old money’) Con su arrogancia y prepotencia
que lo acreditan como tal; en una de esas reuniones de empresa tan seúlinas, en
las cuales, beben y cantan y se
desfogan, una noche en que la fiscalía del distrito terminó haciendo migas con
los periodistas de una cadena de radio; el hijo menor de los Kang, de profesión
fiscal, se quedó prendado de una escritora o guionista con las que compartió
versitos alegres, tonada elegante mientras consumían cerveza aliviando así
gaznates más secos que estopa. La noche
aquella tocó a su fin, y calabaza, calabaza, cada cual para su casa. Dice Taewook
que desde entonces empezó a soñar despierto con Jihye, pero dejo trascurrir
todo un año antes de volver a buscarla… ¡ejem! Hasta a Jihye, que ya ni se acordaba de la reunión,
mucho menos del fiscal que compartió mantel con ella, le pareció raro de
narices, que así de pronto saliera este caballero como una seta tras una lluvia
otoñal, y se le pegara como chicle. Por
lo visto ella fue como el gato cuando es gato en el video de ‘Be more dog’
y él
como el gato cuando es perro en el mismo video; y cuando por fin se decidieron
a dar un paso adelante y casarse y a él no le quedó de otra que presentarle a
su círculo que no es otro que el Sir Culo de su familia, castillo del medioevo
pseudo francés incluído; a Jihye la seta se le convirtió en cebolla que se
empezó a pelar capa a capa y a hacerla llorar, como es la naturaleza misma de
la cebolla. Pero la gota que colmó el
vaso fue que a espaldas de su novia, Sir Canallesco le hizo entrega de un
dineral absurdo (1 billón, con b de burro, de won; que sí, que en € le quitamos
unos cuantos ceros, pero no deja de ser dineral digno de cuentas secretas en
Suiza) a su futura cuñada ¡para que compraran los regalos con los que agasajar
a su Sir Culo.
Obviamente la hermana puso a la prometida en antecedentes,
y esta, ni corta ni perezosa, puso patitas en polvorosa y ya desde el avión
mismo la vida se encargó de ponerle a su
destino al lado. Sus días de asueto en Jeju transcurrieron plácidos andando
caminos bosques y prados y un compañero en el cual reconoció un alma gemela ya
amiga y cómplice de otras vidas lejanas.
Lo que tenía que pasar pasó, y no es que hayan terminado como Pancho
López, que a los 9, papá resultó. Aunque sí que las prácticas las realizaron. Para Hyunwoo, la belleza serena de Jihye se
le convirtió la razón de su existir. Adorarla,
para él fue religión. Y en sus besos él encontraba el calor que le brindaba el
amor y la pasión.
Sin embargo todo llega a su fin y la vuelta a la rutina
trajo de vuelta la realidad, una confesión de estar comprometida con otro y la
disyuntiva de separarse para no hacer daño innecesario a quien no se lo
merece. Acallando conciencias que
insisten en avisar con cantos de sirena, que el rumbo se ha equivocado
estrepitosamente. Sabes que lo estimas,
más no lo amas; como decía mi papá: ‘Más vale una vez colorado, que cientos
descoloridos’…pero Jihye no atiende
razones. Taewook, que aparte de acechar
al objeto de su deseo es como un sabueso, en seguida, y valiéndose de contactos
metió la mano en la boca de la verdad
y no le gustó ni poquito lo que esta le
auguró. Más él siguió adelante impávido e inflexible con la idea de casarse con
su mujer. El pobre imbécil se intentó
reflejar en el espejo de Hyunwoo y descubrió que no le llega a la altura,
descubriendo para si un complejo de inferioridad y una inseguridad supina, que
le supo a hiel, y ni por esas soltó a su presa.
Es más, huyó hacia adelante propiciando un matrimonio de prisa y
corriendo aderezado con insultos y salidas de madre, porque él se siente león
al que se le clavó una espina en la patita y no sabe cómo aliviar el dolor. Empieza a demostrar que hijo de tigre sale
rayado, y que él a su monstruita mamaíta le aprendió una o dos cosas.
Jihye también es otra que se las pisa y pregunta de quién
son. Es una mujer educada y con dos
dedos de frente que sabe a ciencia cierta que no quiere a Taewook. Sabe que bebe los vientos por Hyunwoo. Y aun
así se abandona a su suerte como balsa de madera sin dirección en un mar
embravecido.
Le puede más que su familia crea que para ella es bueno,
que el que ella considere que en realidad es bastante nocivo. Su familia está deslumbrada por los brillitos
de oropel y no se dan cuenta que donde la están abocando a vivir es en las
mazmorras de un lúgubre castillo extrapolado de los Cárpatos a
Chongdamdong. De repente en Jeju me
pareció una mujer más vanguardista y aguerrida que lo sumisa y confuciana como
se encorseta en Seúl. No me termina de
gustar esta pasiva mujer que sabe que la va a embarrar y aun así mete las de
caminar.